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a veces simplemente me dan ganas de que no me hablen
que se queden callados todos

vida láctea

encontré una papa lay's en mi maleta y me la comí porque sí, después le metí unas cáscaras de mandarina al envase vacío y me puse a tocarlo para notificar lo ridículo que se sentía. le mandé un mensaje mala onda y no me respondió ni una huea. mis papás están viendo una película gringa y mi hermano hizo tira su chanchito y ahora está contando las monedas. tiene caletas. me pregunto si con un chancho podría hacer la plata para comprarme la cámara que quiero. mi mamá dijo que me va a conseguir uno. suena tan a puesto de trabajo. estoy estornudando tanto que ya casi puedo manejar el sonido de mis estornudos para hacer que algunos suenen más tiernos que otros.

siempre que estoy triste me veo fea. yo cacho que la pena mancha la cara. está todo tan mala onda que hasta me duele el confort en las narices cuando me sueno y se me tapa el oído izquierdo. y al lado del teclado hay cosas desordenadas que me ponen de malhumor y no he hecho mi tarea de redacción y mañana me voy y me va a dar pena viajar aunque sé que cuando llego allá se me pasa, pero es una hora y media sintiendo pena que nadie me ahorra.

ayer a esta misma hora igual me sentía un poco como el pico pero dije ya pico total mañana es sábado. hoy es sábado en la noche (en realidad domingo porque son la 1, pero filo con esa huea, es domingo porque no he dormido y chao) y no puedo decir eso porque mañana es domingo y me tengo que ir y hacer la tarea y bañarme tarde y dormir sabiendo que tengo que despertar a las 7.15 (7.20 gracias al bonus) para ir a escuchar una cátedra pajera de una hora y media y luego seguir con otra no tanto y después almorzar rápido y dormir dos horas para ir a clase de psicología cognitiva con el sueño pegoteado hasta en el alma, llegar al depto y que la cama no esté hecha y ponerme a estudiar las cien palabras de la rae y así un círculo infinito de paja, sueño, ir a comprar el pan al unimarc, echar de menos y fumarme un pall mall con sabor penca.

ha pasado menos tiempo desde que ví una foto de lennon que desde la última vez que te miré.

dale, calendario.

he tenido un par de días buenos y no alcancé a escribirlos. la otra vez fui a pagar la u a valpo y después me quedé paseando mucho rato y hasta me compré una cámara viejita que está buena y es linda brígidamente. también fui a una plaza y habían como sombritas de árbol, era todo muy exóticamente precioso. me sentía chiquitita y feliz de que esos lugares tan lindos estuvieran cerca de mi cama y de mis cosas. me devolví al departamento con la cámara nueva y grabando el mar y los saltitos de la micro. a veces no entiendo que algunos días sean tan lindos y otros tan como el pico. es como una repartición que tal vez diosito hace porque de repente igual la cago.

sala 226.

el otro día ví en una tienda de calcetines un maniquí con las piernas más lindas de maniquí que he visto. las maniquíes siempre tienen las piernas muy redondas. éstas piernas tenían las rodillas huesudas, como las de verdad, y eran ni gorditas ni flacas. me gustaron tanto. me gustaría tener muchos maniquíes es mi pieza con rodillas huesudas.

hoy mi mamá me llevó a la doctora. ella me escuchó el corazón con ese extraño círculo de metal con cable hacia sus orejas. también me tomó la temperatura y me revisó los oídos con una cosa que es como puntuda y venía en los sets de juguetes de médico que alguna vez tuve. me preguntó si me dolían, le dije que no, pero me hubiese gustado que me dolieran un poco, porque sólo me pasó cuando era muy chica y mi mamá me ponía algodones y hasta no me dejaba bañar. la doctora me pidió que respirara fuerte muchas veces hasta que me sentí cansada y comencé a toser. me preguntó si fumaba y me demoré dos o tres segundos en contestar. mi mamá me miró. dije que no y creo que hasta moví la cabeza. me dio rabia su pregunta. me quedé mucho rato pensando en que debí haber respondido más rápido. después murmuró algo como nada de cigarros y yo supe que no me había creído. filo, en todo caso era mentira, lo terrible es que no te crean cuando dices la verdad. a veces se me olvidan mis mentiras programadas. la doctora dijo que tenía bronquitis, como cuando era más chica y me dio muchos remedios y cuando íbamos caminando, mi mamá empezó a calcular los horarios en que me tomaría todas las cajas que compramos y los jarabes y el inhalador que tira vientito.

fue perfecto.