jueves, abril 14, 2011

-

la pena cuando es infinita y está camuflada, sale un ratito y deja la cagá. yo sé que al final nadie quiere cargar con la tristeza ajena, excepto cuando se tiene la cara bien seca. desde hace unos días me siento más fea que nunca, no me peino, no limpio mi abrigo, no me importa usar calcetines negros. cuando me subo al bus, no pierdo tiempo en mirar los árboles. he encontrado un placer inexplicable en dormir y quiero hacerlo en todas partes. ojalá no se cansara nunca uno de dormir, ojalá no existiera ese momento en que los párpados ya no pueden estar pegados y todo vuelve al cuerpo de golpe. para qué voy a lidiar con mis problemas, si puedo dormir. para qué.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si la pena invade tu corazón, sácala de él. ¿Por qué dejas que viva en él, que se camufle, que te hiera? Muchos pueden cargar con las tristezas de otros. Una tristeza que compartas se hace media tristeza; una alegría que compartas se multiplica. Pon a dormir tu tristeza,
Un abrazo y un beso para ti y los tuyos

Tonchi dijo...

de recomendación no escuches radiohead!

 
Todos los derechos reservados Pianitou Sociedad Anónima.