sábado, octubre 23, 2010

a propósito de videos viejos

viendo videos viejos la nostalgia cae sobre mi pieza. a estas alturas, ya me percato de esa lista infinita de canciones que ya no están en mi playlist, de las tallas que ya no entiendo y de la fuga masiva de personas importantes. las borracheras, los discursos escolares y las preocupaciones de aquellos días, mi pelo rojo, mi pelo corto, mi pelo macheteado, los cafés, los cigarros, el cerro, los picnics, los planes y la inocencia. sobre todo, la inocencia y cómo se nos fue escapando sin que nos diéramos cuenta. por esa vez que pudimos llegar a concebir la idea de irnos a valpo a vivir todos juntos y trabajar para tener una despensa llena de comida que por esos tiempos nos iba a salvar, porque nada importaba tanto como la misma libertad.
bonito.

lo que vino después de tantas noches de cervezas y tonteras compartidas, después de haber vagado ebrios por valpo y deséandonos un feliz año nuevo cuando se acabó la cuenta regresiva de un semáforo, después de pasar semanas echándolos de menos y llenando mi cuaderno verde con mis observaciones ermitañas de pendeja que se va a vivir sola de un día para otro, después de que tuve que volver a la casa y centrarnos un poco, haciendo una rutina bonita en base a un café después de clases. eso de juntarnos a las 7 en la biblioteca nacional, que ahora es sólo una manía atípica, llena de recuerdos y nostalgia. esa época en que forjamos un nuevo plan ad hoc a nuestra vida civilizada de universitarios chatos de vivir en la casa de los viejos, esas tardes en que sentados en una banca cerca de la moneda imaginamos desde el color de las paredes hasta el diseño de las tazas de nuestro hogar. teníamos todo tan claro y nos emocionábamos de sólo pensar en el día en que las cosas empezaran a suceder.

y después, lo que vino después. las cosas que todos entendimos mal, las cosas que nunca debimos decir y los desperfectos simples de la vida. esos pocos meses en que el tiempo pasó rápido sobre nuestras cabezas y nos dejó despeinados, confundidos y sin saber que todo había cambiado para siempre. mis esfuerzos inútiles por aferrarme a las buenas tardes, a las buenas noches, a los planes que ya habíamos perdido en alguna parte. y ahora, estar en este momento de las cosas, cuando la rabia se ha ido para siempre y sólo queda parar un rato a ver videos viejos, reírme un poco y volver a dejarnos guardados en alguna parte de mi cabeza como parte de los mejores episodios de nuestra vida. como un buen libro, que puedes releer cien veces, pero siempre tiene que volver al mismo lugar donde estaba.

ojalá pudiéramos habernos quedado detenidos, sin crecer nada más, como pequeños bonsais de nosotros mismos, refugiados para siempre en las expectativas, esos mismos lugares de espera que pudimos compartir tan bien. ojalá nunca podamos olvidarnos de todo eso que pasó antes de que la vida sucediera y, como historia real, no pudiera repartir la felicidad en partes iguales para cada uno de nosotros.


5 comentarios:

Unknown dijo...

yo creo que una de las cosas más dolorosas y pencas que pueden pasarnos, es perder personas que quisimos en algún momento de nuestras vidas... y por mucho que se intente y se siga buscando, cada uno es irreemplazable. hay que quedarse con los bonitos recuerdos, no más.
un abraciro, como dirías tú (})

MaríaIgnacia dijo...

maravillosa descripción del sábado, linda :)

MaríaIgnacia dijo...

maravillosa descripción del sábado, linda :)

Anónimo dijo...

Me encanta lo bien que puedes hilar simples palabras y convertir todo en un mundo. :)

pia dijo...

:( extraño tanto todo eso que describiste con tan lindas palabras.
pucha que necesito una conversación contigo en estos momentos.
mi única esperanza es que esto es un paréntesis donde la rutina nos gano la vida, y que esto terminara luego para volver a lo que eramos antes.
te quiero mucho.
<3

 
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