otra onda

ha sido un año raro, de personas nuevas, de personas que se van. estoy a un rato de terminar la u por siempre y no me da miedo, nunca me dan miedo los finales. por suerte. la vida se ha tornado extraña, pero me siento bien, siempre tengo algo para soñar despierta. a pesar de todo, hay días buenos, estoy tranquila, ya no lo paso mal preguntándome en qué cosas pude haberme equivocado. asumo, desde una nueva perspectiva, la manera en que todos elegimos distintos caminos, absolutamente libres. dejo al mundo en paz y me dejo a mí también. en serio, buena onda.
y buena suerte también.

complicada

soy un dibujo, protagonista de un cómic extraño, víctima de un dibujante extremadamente cruel, loco y extraño. este es otro capítulo impensado, uno donde casualmente salto de un problema a otro. pucha, sé que esta vez no me va a ir bien y justo que me hubiera gustado tanto.
en fin. quizás en el otro capítulo.

fin de semestre

a estas alturas de la vida, cada día se hace más difícil despertar. me levanto de la cama como un zombie, me subo al auto y compro mis pasajes de ida y vuelta, inmersa en una rutina insoportablemente idéntica. si sucede que inusualmente el pendrive está cargado, la música suena hasta que me aburro de los paisajes y la publicidad de la carretera que ya sé de memoria. me duermo justo antes 10 minutos de bajarme y cruzar la pasarela, mareada y con frío. espero el transfer mirando con nostalgia los buses rumbo a santiago e imagino cómo sería tomar uno y volver a casa, apenas a una hora de haber salido. llega el transfer y, dependiendo del chofer, saludo y me siento, siempre al lado derecho, para ver la laguna. cuando me bajo, miro inmediatamente hacia el edificio de periodismo y ruego porque haya alguien fumando en las escaleras. a veces sucede, otras veces están vacías.

el resto del día es el laucho y sus bromas típicas, la javi y nuestra evasión de la realidad, un ratito fumando con la coni o todo el día molestando a la cami. el resto del día somos la mesa más bulliciosa y peladora del casino, unas lagartijas tomando sol en el pasto o los huéspedes barsas de la sala del cep. el resto del día de verdad no es tan malo.

there is a light that never goes out

de un momento a otro, los días se volvieron demasiado aburridos. tengo la cabeza cansada de tanto pensar y cada día que pasa es peor. quisiera que las cosas fueran distintas, como antes de que empezara a pensar guevadas. tengo ganas de conversar con alguien, de adelantarme 5 años y estar en otra volada, recordar estos días y reírme de lo pendeja que fui.

ya ni siquiera los fin de semanas son bacanes
está mala la cosa

black days

hoy perdí el pasaje de vuelta a santiago y no es la primera vez que me pasa. estoy aburrida de ser la persona a la que se le pierde y olvida todo, no entiendo por qué tengo que ser tan despistada.

!!!!!!!

podría perderme yo.

domingo

mi papá trató a toda costa de llevarnos al mall: nos recordó que no tendríamos almuerzo y hasta lamentó por nosotros la pérdida de un eventual helado. nimporta. con el ale nos quedamos en la casa, él jugando y yo escuchando música. cociné muchas cosas insanas y tomamos bebida hasta reventar y nadie nos pudo retar. pude abusar del volumen de la música y no lavar mis zapatillas y nadie retó a mis gatas por estar en el sillón. si hubiera encontrado helado en el refri, lo hubiéramos comido todo, pero no había. nimporta. la vida entera podría ser un día como éste y no me molestaría en absoluto.

*

otro fin no me va a matar, menos a estas alturas. hoy comprendo que el mejor momento de las cosas es cuando aún no han sucedido, tal como dice una canción. pienso que, si sumo entre las frases certeras de todas las canciones, quizás pueda hacer mi propia filosofía, tan insípida e indiferente como la de otras personas. debí haberme quedado con los episodios imaginarios, las cosas resultaban mejor ahí, pero a veces es necesario someterse a la ya tan familiar experiencia del error. filo. es tan típico decir que no será ni la primera, ni la última, pero de verdad desearía que esta fuera la última. en el fondo, este error es el resultado de todas las pequeñas equivocaciones que yo misma (no es sorpresa) comencé y, para variar, tiene que existir el clásico momento tardío en que me doy cuenta de eso. yo tengo la culpa de todo.
así de simple.

borrador

será muy triste si efectivamente el mundo se acaba algún día y desaparecemos por estúpidos. habrán niños que soñaron con ser veterinarios o pintores y no lo podrán cumplir y ni siquiera alcanzarán a entender que fue culpa de la gente grande. es muy extraño resignarse a cosas como a tener que morir o a que definitivamente nunca alcanzaremos a conocer a todas las personas y lugares del planeta. a veces me pongo a pensar cosas así, requete reflexionadas pero por algún motivo siempre encuentro que vale la pena seguir pensándolas. otras veces, sólo me importa tener un buen almuerzo y llegar a ver la teleserie. no sé cuál de esas veces es hoy.