miércoles, mayo 25, 2011

los años, la vida, su amor

la destrucción, esa pérdida de creencia en todo, los años en que ha quedado dando vueltas en mi cabeza ese título de canción. "le prendí fuego a dios", sí, partí por él y luego siguieron tantas otras cosas. como experiencia, el crecimiento ha significado tanta pena, que a veces creo que nací para ser una persona bonsái, que se quedara encerrada en una botellita siempre en los 5 años. ojalá no hubiera mirado allá de mis propios temores de niña, cuando lo peor que podía suceder era el fin del mundo. los años le obligan a uno a ver hacia donde no quiere, a pasear por lugares que siempre soñó y que finalmente resultan terriblemente decepcionantes, como esa vez que conocí el faro de la serena, tantas veces observado en la animación del tiempo. parecía hermoso dibujado y cuando llegué hasta él era un lugar con olor terrible, sucio y húmedo. recuerdo haber mirado mucho rato más que quienes me acompañaban, por si de pronto tenía algún detalle que me hiciera cambiar de opinión, pero no. hace mucho tiempo que el faro venía siendo eso. así como otras personas en el mundo no saben lidiar con la frustración, yo no sé qué hacer con la decepción. me consume como a un cigarro en una eterna aspirada

2 comentarios:

moscardon diesel dijo...

ya lo dijo alguien "a los lugares donde fuiste feliz es mejor no volver"

despojada. dijo...

hermosa vane

 
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