creo que últimamente el mundo me cae mejor, a veces me repito que son los 19, quizás cuando ya vas terminando ese último trozo de adolescencia es cuando comienzas a dejar de sentir que los demás están tan mal o que uno está peor. me sincronizo un poquito, puedo ir en la micro sin darle el asiento a una señora y no hacerlo sabiendo que me importa no hacerlo, trato de no mirar sus manos porque posiblemente me dé pena, pero lo hago y me siento peor. y entonces pienso que yo también tuve un día malo, que también estoy cansada y que a los 19 tengo todo el derecho del mundo a que los huesos me pesen y a querer un maldito asiento. así que no me muevo, y me sigo sintiendo mal, pero me hago la dormida y me llegan pequeños rayitos de sol en la frente. sé que a esa hora de la tarde mi aspecto es malo, bien malo, sé que nadie va a dudar que estoy cansada.
actualmente no tengo tanta rabia, ni pena, ni estoy tan desadaptada. me da miedo dejar de ser tan estúpida y adolescente, no quiero tener 20 y que se me olviden las conversaciones a la salida del colegio, no me gusta cachar que ya no uso brillo labial sino un ardiente y barato lápiz labial rojo que a veces siento que me sirve de camuflaje. si hay alguien que me importa cerca, me gusta que me vea con los labios pintados. a ratos pienso que puedo solucionar todo lo que me desagrada de mi aspecto pintándome los labios.
sí, ya sé que estoy igual.
actualmente no tengo tanta rabia, ni pena, ni estoy tan desadaptada. me da miedo dejar de ser tan estúpida y adolescente, no quiero tener 20 y que se me olviden las conversaciones a la salida del colegio, no me gusta cachar que ya no uso brillo labial sino un ardiente y barato lápiz labial rojo que a veces siento que me sirve de camuflaje. si hay alguien que me importa cerca, me gusta que me vea con los labios pintados. a ratos pienso que puedo solucionar todo lo que me desagrada de mi aspecto pintándome los labios.
sí, ya sé que estoy igual.