me quedé mirando por la ventana de la oficina, en uno de esos momentos en que uno se estira, y pensé cosas tristes que iba a escribir aquí, pero la pega tapó al sentimiento otra vez. creo ya no hay palabra alguna que valga la pena escribir sobre esto. sólo es importante acotar que, después de todos estos meses, al fin he logrado decepcionarme por completo y dimensionar el daño.
y es tan profundo que no queda más que darle. ya sobreviví. aquí ya no hay más espacio para la tristeza.
y es tan profundo que no queda más que darle. ya sobreviví. aquí ya no hay más espacio para la tristeza.