a esta hora me bajan las penas. me gustaría estar en tercero medio, tomando un manquehuito de limón, asqueroso, acá en mi casa, como esa vez que nos quedamos dormidas y se nos quedó la estufa prendida y sobró copete y lo botamos en el baño. podíamos estar toda la noche hablando de amor. yo ahora no hablo de amor con nadie. y todo lo que pensaba sobre el amor se ha ido a la chucha, porque o se va a la chucha o me pego un balazo. estoy empezando a decirme que ya, bueno, no tiene por qué ser así, no tienen por qué echarme de menos, tengo veintitrés años, tengo que trabajar, tengo que ir al trabajo, mis amigas están trabajando, tengo que ir al trabajo, a mi papá no le gusta nada de lo que elijo, tengo que ser puntual, el amor de toda la gente es así, tengo que escribir, tengo que hacer de tripas corazón, tengo que venderme en algún momento, tengo que tragarme la decepción, las hueás no son como yo pensaba. tengo que entender que las hueás no son como yo pensaba. las hueás van a mejorar cuando entienda que no son como yo pensaba.
y no hay nada que hacer, socia.
2 comentarios:
sí, es pal pico la wea
"el aguante tiene más importancia que la verdad"
Publicar un comentario